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Mostrando las entradas de octubre, 2017

Objetivo: desenmascarar a nuestros supuestos defensores de los derechos humanos en Latinoamérica

Si hay algo que puede ser testigo o prueba de que la humanidad progresa, al menos en algunos rincones del planeta, y que somos capaces de conducirnos políticamente con la razón y de dejar atrás los sistemas de gobiernos primitivos donde el autoritarismo y la opresión son la regla, ese testigo, sin la más mínima duda, es la Democracia y con ella la prevalencia de los derechos humanos universales (ver "Un teléfono móvil en Babilonia" y "¿Progresamos o solamente vamos tras un inevitable destino?") Sin embargo, en latinoamérica los que representan y se encargan del cuidado de que sean respetados estos carísimos derechos por los gobiernos de la región, son exactamente los que propician o apoyan gobiernos u organizaciones políticas que más han destruido e imposibilitado disfrutar de esos derechos a nuestros pueblos. ¿Cómo es esto? En varias entradas intento explicar de qué manera el instinto protagonista del blog con su aliado la razón a su servicio más la interacción

El dilema de Macri desde la óptica ideológica y cultural

En la entrada " colect ivismo y cu ltura individualista " intento transmitir la idea de la inviabilidad de las políticas socializadoras, voluntaristas, dirigistas, distribucionistas y estatistas en latinoamérica dada nuestra condición cultural que impide que estas políticas lleguen a buen término y finalmente desemboquen en nuestros conocidos populismos (no incluye al comunismo ya que éste fracasa siempre sin importar que cultura sea) Los ejemplos sobran. Con ver las experiencias del Kirchnerismo, el chavismo y el petismo brasilero alcanza y sobra. Y en la entrada " política indiv idualista e ideología predo minante " intento transmitir el porqué los pueblos subdesarrollados son siempre mayoritariamente simpatizantes de las ideas socialistas, estatistas, distribucionistas y voluntaristas motivo por el cual las políticas económicas genéricamente denominadas liberales, fracasan por la presión ideológica constante a la que se ven sometidas que finalment

Un teléfono móvil en Babilonia

A menudo recuerdo toda vez que me asombra alguna tecnología que usamos a diario como la internet y su impresionante capacidad de almacenar y darnos acceso inmediato a un prácticamente infinito número de datos, el contraste existente entre nuestros avances científicos y nuestros avances sociales o políticos. Mientras estamos navegando por internet en un pequeño e increíble aparatito de mano a través de una brillante pantallita, en Medio Oriente  dictaduras tan crueles como las de hace 4.000 años continúan gobernando la vida de sus ciudadanos. En China, país donde se fabrican la mayoría de estos artefactos increíbles, gobierna un clan que poco se diferencia de los primeros, milenios atrás, que luchaban por conquistar lo que para ellos era y aún lo es, el centro del universo, el Imperio Chino. Clan que se hace llamar ahora partido comunista y que paradójicamente utiliza políticas económicas que se identifican a menudo como capitalismo salvaje. Y que gobierna bajo un régimen dictatori

¿Progresamos o solamente vamos tras un inevitable destino?

Si recorremos la historia y nos posicionamos en la actualidad podremos observar que más allá de los extraordinarios adelantos tecnológicos (muchos de los cuales pueden destruir el planeta en unos pocos segundos dicho sea de paso) es realmente muy poco lo que hemos progresado si imaginamos un mundo ideal y posible. Un mundo sin inseguridad, sin estrés, sin crisis internas e internacionales, sin miserias, sin hambre, sin discriminaciones, con estabilidad y seguridad laboral, sin necesidad de competir contra un robot un puesto de trabajo, sin guerras y más guerras, en libertad, sin corrupción en cada rincón del planeta, sin luchas descarnadas por el poder a costa del sufrimiento de pueblos enteros, sin terrorismo, sin armas de destrucción masiva, más un largo etcétera que podría sumarse a lo que cualquiera, sin distinción ideológica, podría considerar como una sociedad justa, libre; en fin, racional. Conducida por la razón. ¿No es acaso evidente para el más simple de los razonamientos

A propósito de los catalanes y el verdadero progresismo

Reproduzco esta columna del Sr Montaner por dos motivos. Para que el lector obtenga información inteligente sobre lo que sucede en esa región y porque en mi respuesta a un comentario hago un repaso sobre lo que considero el verdadero progresismo que creo es crucial para comprender hacia dónde debemos dirigirnos. Obviamente, siempre teniendo presente de quién vienen estas palabras. De no más que un curioso lector, que intuición mediante, cree haber descubierto un instinto fundamental en nuestra organización social, económica y política y que por su ignorancia (excepto los que participamos acá) considera necesario poner a disposición de todos. Eso intento a través de todo el blog. Veamos ¿ Vamos camino de la independencia catalana? Por Carlos Alberto Montaner Escribo este artículo el viernes 29 de septiembre. Es posible que el gobierno nacional español de Mariano Rajoy consiga impedir que el gobierno regional catalán de Carles Puigdemont lleve a cabo el ilegal referéndum s

Un poco de historia, instinto, cultura, razón y segunda guerra fría.

Después de viajar a través de la lectura de las ciencias de la política, sociología, psicología, antropología, filosofía, entre otras, descubrí que nada deja tantas enseñanzas como la historia. A medida que uno la va descubriendo va dejando una estela de intuiciones, verdades no reveladas por nadie, miserias y honores, intrigas e incoherencias sin fin y fundamentalmente la impresión de que estamos en medio de una travesía que parece no tener brújula ni timonel. A menudo me pregunto si a la historia la hacemos nosotros o solamente somos pasajeros de un viaje sin rumbo ni destino. Si la última es la opción correcta, pues entonces cualquier cosa puede sobrevenir. ¿Una catástrofe nuclear? En ese extenso viaje me encontré con  saqueos sistemáticos de cuánto pueblo se veía débil, muchas veces con masacres, violaciones en masa y tantas otras locuras totalmente dominadas por impulsos absolutamente primitivos que sin duda, por más que los protagonistas se "veían con ropa y podían gest