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Mostrando las entradas de 2015

Envidia y codicia, los dioses de nuestro olimpo

Si la sociedad fuera consciente de que su pasado, presente y futuro dependen, en gran parte, de la actividad de un instinto o pulsión que se manifiesta a través de la ambición (o la codicia) y la envidia (o el resentimiento), sin duda alguna le daría toda la importancia que corresponde. Es precisamente eso lo que intento a través del blog y del libro ofrecido en él. Cuando observamos el desastroso efecto de la corrupción de los gobernantes en el desarrollo de toda una nación y la proyectamos al resto de las naciones del planeta y descubrimos que el motivo clave para que ésta peste se extienda como una pandemia está en algún primitivo rincón de nuestro cerebro, cuya actividad la llamamos instinto o pulsión traducida a veces en la ambición o codicia, no podemos ignorar su tremenda importancia. Vale exactamente la misma consideración cuando analizamos desde esta perspectiva el calentamiento global, con la contaminación por el uso de combustibles fósiles para sostener y aumentar la ac

Envidia y codicia, dos armas destructivas

El instinto o pulsión protagonista de este blog es como una moneda. En una cara está la codicia y en la otra la envidia. La presión del instinto por superar al otro se manifiesta con mayor asiduidad en el ámbito económico y cuando es muy intensa deriva habitualmente en la codicia. La codicia es la responsable de la audacia que vemos cuando los "emprendedores" se animan a incursionar en negocios en tierras hostiles, como medio oriente para dar un ejemplo muy actualizado en cuanto a conflictos se refiere. En la otra cara, la envidia es el resultado de la presión del instinto por evitar que los que nos superan no saquen más ventajas y de ser posible igualarlos. Cuando este proceso se descarrila surge la envidia y cuando las diferencias son abismales, deriva en el resentimiento y el odio. Una clara consecuencia de este fenómeno es el extremismo y de nuevo, un ejemplo muy actual es el fundamentalismo islámico. Siempre debe recordarse que son procesos absolutamente subconsci

El pueblo decide

Corrupción compatible con el término saqueo, destrucción sistemática del poder judicial, narcotráfico, suicidios inducidos, inflación, mentira sistemática como norma para informar los actos de gobierno, destrucción del aparato productivo, desprecio por las víctimas de la inseguridad y apología del delito mediante la protección del delincuente y asesino, denigración en masa de los ciudadanos mediante subsidios por discapacidad en aquellos sin limitación psíquica ni física alguna, la lista podría continuar y ocupar páginas enteras. Aunque parezca mentira, esto propicia e incentiva el partido político que gobierna el país desde hace ya décadas y con el voto de los ciudadanos en elecciones libres y democráticas (el fraude no influye significativamente a la hora de sumar). Es muy probable que ante cada nuevo hecho destructivo de la república y de la democracia lleven a cabo encuestas previas que confirmen la ausencia de interés de la población y por tanto de riesgo de pérdida de apoyo el